Mirar para imponer o mirar para escuchar
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Mirar. Hacia dónde y desde dónde. Ahí está lo que nos separa.
Ustedes creen que son los únicos, nosotros sabemos que somos uno más.
Ustedes miran arriba, nosotros abajo.
Ustedes miran cómo se acomodan, nosotros cómo servimos.
Ustedes miran cómo dirigir, nosotros como acompañar.
Ustedes miran cuánto se gana, nosotros cuánto se pierde.
Ustedes miran lo que es, nosotros lo que puede ser.
Ustedes miran números, nosotros personas.
Ustedes calculan estadísticas, nosotros historias.
Ustedes hablan, nosotros escuchamos.
Ustedes miran cómo se ven, nosotros miramos la mirada.
Ustedes nos miran y nos reclaman dónde estábamos cuando su calendario marcaba sus urgencias “históricas”. Nosotros los miramos y no les preguntamos dónde han estado durante estos más de 500 años de historia.
Ustedes miran cómo aprovechar la coyuntura, nosotros como crearla.
Ustedes se preocupan por los vidrios rotos, nosotros por la rabia que los rompe.
Ustedes miran los muchos, nosotros los pocos.
Ustedes miran muros infranqueables, nosotros grietas.
Ustedes miran posibilidades, nosotros lo que es imposible sólo hasta la víspera.
Ustedes buscan espejos, nosotros cristales.
Ustedes y nosotros no somos lo mismo.
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Ustedes miran el calendario de arriba y a él supeditan la primavera de las movilizaciones, las masas, la fiesta, la rebeldía multitudinaria, las calles desbordando cantos y colores, consignas, desafíos, los que ya son muchos más que sólo ciento treinta y tantos, las plazas llenas, las urnas ansiosas por llenarse de votos, y ustedes corren presurosos porque es-claro-que les – falta – una – dirección – revolucionaria-partidaria-una-política-de-alianzas-amplia-flexible-porque-lo-electoral-es-su- destino-natural-pero-están-muy-chavit@s-son-fresas-pequebus-”niñ@s bien”- / -luego – lumpen – barrio – banda – prole – número-de-votantes – potenciales-ignorantes-inexpertos-ingenuos – torpes – necios, sobre todo necios. Y ven en cada acto masivo la culminación de los tiempos. Y después, cuando ya no hay muchedumbres ansiosas de un líder, ni urnas, ni fiestas, deciden que se acabó, que no más, que a ver si para otra ocasión, que hay que esperar 6 años, 6 siglos, que hay que mirar para otro lado, pero siempre para el calendario de arriba: el registro, las alianzas, los puestos.
Y nosotros, siempre con la mirada chueca, remontamos el calendario, buscamos el invierno, nadamos río arriba, pasamos por el arroyo, llegamos al manantial. Ahí vemos a quienes comienzan, a los que son pocos, a los menos. No los hablamos, no los saludamos, no les decimos qué hacer, no les decimos qué no hacer. En cambio los escuchamos, los vemos con respeto, con admiración. Y ellas, ellos, tal vez nunca reparen en esa pequeña flor roja, tan parecida a una estrella, tan pequeña que apenas es una piedrita, y que nuestra mano deja abajo, cerca de su pie izquierdo.
[...]
Desde cualquier rincón, en cualquiera de los mundos. SupMarcos. Planeta Tierra.
Febrero del 2013.
Algunas otras miradas
Si alguien lo mira, la mira, y usted se da cuenta de que…
No lo mira como si fuera usted transparente.
No quiere convencerlo de que sí o de que no.
No quiere cooptarlo.
No quiere reclutarlo.
No quiere dirigirlo.
No quiere juzgarlo-condenarlo-absolverlo.
No quiere usarlo.
No quiere decirle qué puede o no hacer.
No quiere darle consejos, recomendaciones, órdenes.
No quiere recriminarle porque no sabe, tampoco porque sí sabe.
No lo desprecia.
No quiere decirle lo que debe hacer o no debe hacer.
No quiere comprarle su auto viejo, su cara, su cuerpo, su futuro, su dignidad, su voluntad.
No quiere venderle algo…
Desde cualquier rincón de cualquier mundo.
SupMarcos.
Planeta Tierra.
México, Febrero del 2013.