Aisthesis [Hypomnémata]
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Ta aistheta: lo sensible o percibible (relativo a los sentidos – aisthesis)
Ta noêta: lo mental o racional (relativo a la intuición o razón – noêsis)
Ta mystika: lo místico o secreto (relativo al ‘intelecto’-mystikós)
Sensus: sentimiento, sentido.
Sentire: sentir, percibir, observar, examinar, comprender.
Sinn: sentido, sensatez.
Sinnen: sentir (vinculado a la comunidad) cavilar, reflexionar, cuidar.
Rasa: esencia, sabor, belleza, experiencia estética, savia, jugo, agua, licor, leche, néctar, la parte más fina de algo, disfrute, amor, deseo, belleza.
Aisthêsis: conocimiento y entendimiento por los sentidos, no por la razón. Pero de esto no se concluye que se trata de una sinrazón, pues los sentidos no se oponen al entendimiento y la comprensión: se trata de una comprensión y entendimiento distintos a los del intelecto o lo racional y ajenos a la división mente-cuerpo.
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Al mundo de las ideas se le presupone permanencia, estabilidad.
Se le atribuye el criterio de la episteme o conocimiento.
Al mundo de la sensación se le presupone impermanencia, inestabilidad debido a la imagen aparencial, finita, engañosa.
Se le atribuye el criterio de la doxa u opinión.
Descrédito de la sensación frente al racionalismo técnico.
Sin embargo, las semillas de todo lo que tenemos en la mente podemos encontrarlas por doquier.
Los sentidos atestiguan que el mundo cambia, se transforma, se mueve.
La realidad es impermanente, también la realidad de las ideas.
Lo único que permanece es el cambio.
La aisthesis es un puente entre el entendimiento y la imaginación.
Se le atribuye el criterio de la episteme o conocimiento.
Al mundo de la sensación se le presupone impermanencia, inestabilidad debido a la imagen aparencial, finita, engañosa.
Se le atribuye el criterio de la doxa u opinión.
Descrédito de la sensación frente al racionalismo técnico.
Sin embargo, las semillas de todo lo que tenemos en la mente podemos encontrarlas por doquier.
Los sentidos atestiguan que el mundo cambia, se transforma, se mueve.
La realidad es impermanente, también la realidad de las ideas.
Lo único que permanece es el cambio.
La aisthesis es un puente entre el entendimiento y la imaginación.
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Sensación no es igual a percepción.
Los sentidos y el sistema nervioso producen la sensación, la mente la percepción.
La facultad de percibir se relaciona con las experiencias del individuo, es decir, con la memoria y el deseo.
La sensación clara es el producto de la sensación exacta y de la percepción adecuada.
Los sentidos y el sistema nervioso producen la sensación, la mente la percepción.
La facultad de percibir se relaciona con las experiencias del individuo, es decir, con la memoria y el deseo.
La sensación clara es el producto de la sensación exacta y de la percepción adecuada.
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La percepción se realiza con todos los sentidos.
Exigencia materialista de la percepción: presencia corporal, física, subordinada a sus procesos y deseos
La negación del deseo y las pulsiones de los cuerpos, caracteriza al pensamiento totalitario.
Physis: naturaleza. Proviene del verbo: phyem: crecer, surgir, brotar.
"A los ojos de las personas con imaginación la naturaleza es la imaginación misma”. (Blake)
Exigencia materialista de la percepción: presencia corporal, física, subordinada a sus procesos y deseos
La negación del deseo y las pulsiones de los cuerpos, caracteriza al pensamiento totalitario.
Physis: naturaleza. Proviene del verbo: phyem: crecer, surgir, brotar.
"A los ojos de las personas con imaginación la naturaleza es la imaginación misma”. (Blake)
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La percepción sensorial o sensible sin embargo no es un acto sólo físico, también cultural. Esto significa que los sentidos no son sólo medios de captar los fenómenos físicos sino además vías de transmisión de valores culturales. La manera en que se percibe el mundo, varía según las culturas. Los códigos sociales determinan la conducta sensorial. Mirar fijamente a alguien puede significar grosería, halago o dominación, según las circunstancias y la cultura. Lo que sabemos o lo que creemos afecta al modo en que vemos las cosas. En la Edad Media, cuando los hombres creían en la existencia física del infierno, la vista del fuego significaba seguramente algo muy distinto de lo que significa hoy. Antes de que en el XIX surgiesen los ferrocarriles y tranvías las personas no se hallaban nunca en la situación de estar mirándose mutuamente, minutos y horas, sin hablar.
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La percepción crea mundo, realidad.
Los deseos, emociones, sensaciones y sentimientos regulan nuestro interior, dejan huella y poso dentro de nosotrxs, pero también regulan nuestra relación con el exterior.
Lo que llamamos “realidad” depende de cómo percibamos el mundo material compartido.
Las cosas cambian según se miren. Pero las cosas pueden cambiar también nuestra mirada.
Quien posea sentido de lo maravilloso seguro que habrá experimentado en sí mismx cómo esa sensibilidad repercute sobre el mundo de los hechos.
(Y a la inversa, quien contempla con los sentidos torcidos, esa torcedura repercute en el mundo y en los otros)
Todo sentido tiene un extremo gozoso y otro doloroso, ambos valiosos para sobrevivir.
Los deseos, emociones, sensaciones y sentimientos regulan nuestro interior, dejan huella y poso dentro de nosotrxs, pero también regulan nuestra relación con el exterior.
Lo que llamamos “realidad” depende de cómo percibamos el mundo material compartido.
Las cosas cambian según se miren. Pero las cosas pueden cambiar también nuestra mirada.
Quien posea sentido de lo maravilloso seguro que habrá experimentado en sí mismx cómo esa sensibilidad repercute sobre el mundo de los hechos.
(Y a la inversa, quien contempla con los sentidos torcidos, esa torcedura repercute en el mundo y en los otros)
Todo sentido tiene un extremo gozoso y otro doloroso, ambos valiosos para sobrevivir.
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La manera o forma en que percibimos influye en la manera o forma en que nos expresamos.
Una nueva manera de percibir, implica en potencia una nueva manera de expresar.
La acción que las formas ejercen sobre nosotros al percibirlas, varía según la mirada colectiva, consciente o inconsciente.
Una nueva manera de percibir, implica en potencia una nueva manera de expresar.
La acción que las formas ejercen sobre nosotros al percibirlas, varía según la mirada colectiva, consciente o inconsciente.
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El conocimiento por los sentidos no es interpretación, no es crítica, no es teoría, no es opinión: es experiencia. La arqueología de la percepción sensible que busca la unión del sentido con los sentidos a lo largo de la historia humana no puede condenar la apertura de la experiencia, su libre ejercicio.
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La experiencia, que comienza con un contacto con el mundo sensible y material, compromete después a la narración, a la expresión (que busca fijar, expresar la experiencia) por lo que apunta a una dimensión compartida/colectiva. El hecho de este comenzar por lo sensible material permite encontrarse con los otros en la materia compartida y percibible.
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Crisis del conocimiento por los sentidos (atrofia, embotamiento, clichés, analfabetismo sensorial…)
"En general, y sorprendentemente a medida que aumenta la cultura, se debilita la acción a distancia de los sentidos; no sólo nos hacemos cortos de vista sino en general cortos de todos los sentidos".
"En general, y sorprendentemente a medida que aumenta la cultura, se debilita la acción a distancia de los sentidos; no sólo nos hacemos cortos de vista sino en general cortos de todos los sentidos".
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“Tienen boca y no hablan, ojos pero no ven, oídos pero no oyen, nariz y no pueden oler, tienen manos y no palpan”
“En el mundo animal siempre hay quien nos aventaja en algún aspecto: el águila con su agudeza visual, un mirlo con su paleta de millones de colores, un búho con su visión nocturna, un oso polar con su olfato de largo alcance, un zorro del desierto con su sensibilidad auditiva, la anguila con los campos eléctricos, ciertas bacterias con los campos magnéticos… Sin embargo, nadie supera nuestra sublime mediocridad del conjunto de todos los sentidos cruzados”.
“Nuestros sentidos aprenden tarde, y nunca completamente, a ser órganos de conocimiento finos, fieles, cuidadosos…”
“No hay imágenes banales sino la mirada banal de una cultura muerta, cuya capacidad de interpretar está limitada a los automatismos del consumo”
“En el mundo animal siempre hay quien nos aventaja en algún aspecto: el águila con su agudeza visual, un mirlo con su paleta de millones de colores, un búho con su visión nocturna, un oso polar con su olfato de largo alcance, un zorro del desierto con su sensibilidad auditiva, la anguila con los campos eléctricos, ciertas bacterias con los campos magnéticos… Sin embargo, nadie supera nuestra sublime mediocridad del conjunto de todos los sentidos cruzados”.
“Nuestros sentidos aprenden tarde, y nunca completamente, a ser órganos de conocimiento finos, fieles, cuidadosos…”
“No hay imágenes banales sino la mirada banal de una cultura muerta, cuya capacidad de interpretar está limitada a los automatismos del consumo”
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Frente al sol negro, la fatiga, el desastre y el burn out: Ascende lumen sensibus.
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Educación estética: educación de los sentidos, a saber: cultivarlos, cuidarlos, refinarlos…
Revivificación del sentido adquirido por los sentidos.
La vida es un inmenso laboratorio para la atención, la sensibilidad y el asombro.
Revivificación del sentido adquirido por los sentidos.
La vida es un inmenso laboratorio para la atención, la sensibilidad y el asombro.
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Recuperar la sensibilidad para la vida, conjurar y conspirar para su plenitud.
La estética como facilitadora de un camino real en tanto que sensible, hacia la vida buena, plena.
La estética como facilitadora de un camino real en tanto que sensible, hacia la vida buena, plena.
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Conocer el mundo y sus criaturas, para…
¿explotarlo? progreso técnico, capitalismo, sálvese quien pueda…
¿gozarlo? poesía, estética, hospitalidad, generosidad, apoyo mutuo…
Dialéctica entre el interés y el desinterés.
Las personas podemos volver bellas una acción, pero una acción también puede volver bellas a las personas.
Y al contrario: hay gestos y acciones que nos vuelve feos, e incluso horribles.
¿explotarlo? progreso técnico, capitalismo, sálvese quien pueda…
¿gozarlo? poesía, estética, hospitalidad, generosidad, apoyo mutuo…
Dialéctica entre el interés y el desinterés.
Las personas podemos volver bellas una acción, pero una acción también puede volver bellas a las personas.
Y al contrario: hay gestos y acciones que nos vuelve feos, e incluso horribles.
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La estética es un asunto amoroso.
"El amor es el verdadero despertador de los sentidos."
Vulnerabilidad de los que aman.
Disponibilidad a ser rozados, tocados en el marco de una experiencia compartida. Generosa.
Dialéctica entre la letalidad y la vitalidad del amor.
"Cuando se ama, la sensación del ser amado tiene un carácter de absoluto que ninguna palabra, ningún abrazo puede igualar: un carácter de absoluto que sólo el acto de hacer el amor puede alcanzar temporalmente".
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Las cosas sensibles, nos revelan lo invisible, lo inaudito, lo inexplorado, lo inadvertido.
‘Mística’: La aisthêsis es un camino para descubrir lo que no puede verse, percibirse.
Lo escondido, lo secreto, lo oculto y que sin embargo está radicalmente ante nuestros sentidos.
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La antropología de los sentidos sostiene que debemos tratar de comprender los valores de los distintos sentidos sin centrarnos únicamente en lo visual, que en la cultura occidental es considerada la dimensión culturalmente decisiva.
De manera radical, la visión comenzó a distanciarse de los demás sentidos a partir del XVIII y XIX, cuando se asoció al floreciente campo de la ciencia. En ese momento, la mirada inquisitiva y penetrante del científico rebeló un sistema de adquisición de conocimientos autoritario. Se consideraba que la vista y el oído eran los sentidos predominantes en occidente, se suponía que el olfato, el gusto y el tacto predominaban entre los no occidentales ‘primitivos’. (A principios del XX, Lorenz Oken postulaba una jerarquía sensorial de las razas humanas: el hombre-ojo europeo; el hombre-oído asiático; el hombre-nariz amerindio; el hombre-lengua australiano; el hombre-piel africano.)
Los antropólogos sensoriales estudian la función de los olores, los gustos y las percepciones táctiles, así como visuales y auditivas, no como prueba de una fase de la evolución, ni como un detalle pintoresco, sino como claves esenciales sobre la manera en que una sociedad crea y plasma un mundo con sentido, mediante el juego con los sentidos.
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Exigencia: generosidad perceptiva para poder ser con lo que acontece.
Integrar la visión en el cuerpo y a los otros sentidos, rescatarla de lo meramente óptico para abrirla a los otros ojos del cuerpo y el ánimo: hacerla integral, profunda.
Integrar la visión en el cuerpo y a los otros sentidos, rescatarla de lo meramente óptico para abrirla a los otros ojos del cuerpo y el ánimo: hacerla integral, profunda.
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La vista llega antes que las palabras. El niño mira y ve antes de hablar. ¿Toca antes de ver? ¿Oye antes de tocar? Lo cierto es que la vista establece nuestro lugar en el mundo circundante.
Nunca miramos sólo una cosa; siempre miramos la relación entre las cosas y nosotros mismos. Nuestra visión está en continua actividad, en continuo movimiento, aprendiendo continuamente las cosas que se encuentran en un círculo cuyo centro es ella misma, constituyendo lo que está presente para nosotros tal cual somos.
No podemos percibir con los ojos sin ser percibidos al mismo tiempo. La mirada propia revela al mundo nuestra alma, al tratar de descubrir el mundo. La mirada a los ojos del otro no sólo me sirve para conocerle yo a él, sino que le sirve a él para conocerme a mí. ¿Y si todo tuviera ojos y nos mirara? El ojo no puede tomar nada sin dar al mismo tiempo algo.
Nunca miramos sólo una cosa; siempre miramos la relación entre las cosas y nosotros mismos. Nuestra visión está en continua actividad, en continuo movimiento, aprendiendo continuamente las cosas que se encuentran en un círculo cuyo centro es ella misma, constituyendo lo que está presente para nosotros tal cual somos.
No podemos percibir con los ojos sin ser percibidos al mismo tiempo. La mirada propia revela al mundo nuestra alma, al tratar de descubrir el mundo. La mirada a los ojos del otro no sólo me sirve para conocerle yo a él, sino que le sirve a él para conocerme a mí. ¿Y si todo tuviera ojos y nos mirara? El ojo no puede tomar nada sin dar al mismo tiempo algo.
